Detecta anticuerpos específicos contra el VIH-1 y VIH-2 en sangre. Es una prueba serológica de alta sensibilidad para la detección inicial de infección por el virus de inmunodeficiencia humana.

Utilidad médica del estudio:

Sirve como prueba de cribado en personas con riesgo de VIH. Un resultado positivo requiere confirmación con técnicas específicas como Western Blot o PCR para la detección de ARN viral. Es clave en el diagnóstico temprano, antes de la aparición del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).